Google, ese gigante silencioso mediante el cual, seguramente, has llegado a esta página. Cientos de aplicaciones y numerosas compras de empresas hacen convierten a esta empresa en sinónimo de internet. Con 4.600 millones de euros netos de beneficio y con mas de una docena de aplicaciones se convierte en un conglomerado casi indispensable para trabajar en red, por su interfuncionalidad. No diré que es el mejor, ni siquiera es el único. Pero si son muy buenos, cosa que se ha conseguido a base de una competencia que no se queda parada. YouTube tiene competidores (aunque menores, los tiene), Picasa siempre tendrá Flickr defendiéndose de muy buenas maneras y con una base de clientes fiel, y el Google Chrome dista mucho de conseguir la posición de dominio que llegó a ostentar explorer en su momento, ya que la gama de navegadores web actualmente es amplísima.
Pero en donde Google casi tiene un monopolio es en el mercado publicitario español. Ahí sigue siendo nuestro gigante silencioso, mas grande, mas sigiloso. Podría estar manejando entorno a unos 300 millones de euros, el 50% del total del presupuesto publicitario del país.
Ahí es donde radica el enorme poder de Google. Ahora mismo nada le impide convertirse en una agencia, contratar creativos y diseñadores y entrar a ser competidor directo en el mercado publicitario, con una posible agenda de clientes de descomunal tamaño y con las mayores herramientas de comunicación.
Normalmente y como empresas que son, los medios de comunicación y los anunciantes nunca pondrían todos los huevos en la misma cesta, pero si se paran a pensar un segundos, se darán cuenta de que es eso mismo lo que se está haciendo con Google. Con esta herramienta de poder, Google puede favorecer en sus búsquedas productos de empresas afines a sus negocios, entre otras muchas cosas.
La solución a esta posición de dominio se me antoja muy difícil, ya que siendo Google el líder indiscutible en buscadores, los anunciantes querrán aparecer en él. Las redes sociales y la estructuración de la opinión del consumidor en la red 2.0 pueden ser parte de la solución, pero no la definitiva. El boca a boca siempre ha jugado un papel fundamental en la publicidad y ahora mismo estamos viviendo una revolución publicitaria a todos los niveles, tanto por el impacto de la publicidad online, como por la crisis económica en la que estamos sumergidos.
¿Y ustedes que piensan?