A Saul Bass sólo se le puede calificar como maestro del diseño. Citarlo únicamente por sus títulos de crédito sería quedarnos en la vertiente superficial de un genio cuyas identidades corporativas y posters perduran en el tiempo con igual relevancia que su obra cinematográfica.
Saul Bass (8 de mayo de 1920 – 25 de abril de 1996) fue uno de los mejores diseñadores gráficos norteamericanos de su época junto a Paul Rand y Milton Glaser. Meggs dice de él que “redujo el diseño gráfico a una imagen dominante, sencilla, usualmente centrada en el espacio” gracias a “una habilidad extraordinaria para identificar el núcleo de un problema de diseño”. También afirma que “despojó al diseño gráfico estadounidense de la complejidad visual y redujo la comunicación a una imagen pictográfica sencilla”.
Su forma de trabajar es muy sencilla técnicamente, pero compleja semánticamente:
• Construye formas orgánicas sencillas mediante recortes abruptos y simples de cartulina mediante tijeras o trazadas con un pincel.
• Estas formas transmiten una gran energía visual ya que están dibujadas con total libertad sin someterse a la rigidez de la geometría exacta.
• Utiliza tipografía dibujada manualmente que a veces combina con letras de imprenta.
En una entrevista el diseñador habla abiertamente de su particular concepto de la creatividad: “Es la noción de tomar algo ‘conocido’, aun algo trillado, y tratarlo de tal manera que se transforma en una experiencia completamente fresca. Algo así como transformar lo común y corriente en extraordinario”. Destaca la importancia de definir correctamente el problema o la necesidad comunicativa y recomienda dedicarle una gran cantidad de tiempo antes de encarar un nuevo proyecto. Tras esta primera fase, procede a la traslación del problema a un concepto creativo basado en una imagen:
“En una frase visual que sea más de lo que parece a simple vista, o que en cierta forma sea diferente de lo que parece en una primera impresión”.
Para traducir el briefing al diseño, Bass utiliza medios que nos remiten a la Retórica: “la ambigüedad y la metáfora suelen ser centrales en mi trabajo, y por cierto en el trabajo de la mayoría de los cineastas y diseñadores que admiro”. Usa estas estrategias retóricas porque considera que el estilo indirecto es a la vez práctico y estético:
“Las cosas que son lo que aparentan cumplen su función y pronto se vuelven tediosas. Lo ambiguo es intrínsecamente más interesante, más desafiante, más inclusivo, más misterioso y más potente. Obliga a volver a examinar, agrega tensión, otorga vida; y debido a que hay más que descubrir, tiene mayor longevidad”.
Saul Bass
Rechaza categóricamente la idea de una creatividad gráfica fruto de una inspiración casi mágica. El proceso creativo es un camino que puede hacerse largo y duro, pero que siempre conduce a una buena idea. Ante el desconocimiento del proceso, los jóvenes diseñadores y estudiantes ven productos ya finalizados de los que quedan maravillados sin conocer su construcción. Considera que esto les puede llevar a “tener la ilusión de que estas cosas realmente surgen espontáneamente de la cabeza de algún diseñador”. El tortuoso camino hacia un gran concepto creativo es igual tanto para los diseñadores experimentados como los primerizos, la única diferencia es que los primeros “tienen menos ansiedad frente al proceso porque sabe que finalmente llegará a donde apunta”.
Esta manera de trabajar se cimenta en su formación: Primero en el estudio de Artes League en New York y después en el Brooklyn College, cuyo maestro era Gyorgy Kepes, un diseñador gráfico húngaro quien había trabajado con László Moholy-Nagy En Berlín antes de emigrar a los Estados Unidos. Kepes fue el que introdujo a Saul Bass al estilo Bauhaus de Moholy y al Constructivismo ruso.
Hasta finales de los cuarenta trabajó en agencias publicitarias y diseñó anuncios publicitarios en Nueva York. Esto fue así hasta que puso su talento al servicio de Hollywood y fundó en 1946 la Saul Bass&Associates. En el año 1948 se muda a Los Ángeles, donde desafió al diseño convencional y puso en práctica sus propuestas acordes con los principios de su estilo de diseño modernista. Sus primeros trabajos consistieron en idear los carteles para promocionar películas como Un rayo de luz (Joseph L. Mankievwicz, 1950), y los símbolos gráficos para las películas de Otto Preminger que fueron los que le abrieron mejor las puertas para su producción de títulos célebres.
Después de la Segunda Guerra Mundial y con la irrupción del expresionismo abstracto en Estados Unidos, surge el primer experimento gráfico de Saul Bass en el ámbito cinematográfico. Esto fue para la película Carmen Jones. Ya era autor de imágenes visuales corporativas conocidas a nivel mundial, como AT&T, United Airlines, Girl Scouts, Minolta, Warner Comunications, etc. Todos ellos hitos importantes en el diseño gráfico americano de logotipos e identidad corporativa en el siglo XX. Pero, sin embargo, no satisfacen plenamente su expectativa como creador, tal como lo manifiesta en una entrevista que fue publicada en la famosa revista de diseño gráfico HOW, en junio de 1996.
Definitivamente, una disciplina de diseño alimentaba la otra ya que la base creativa de una era aplicada a la otra. Los fundamentos del constructivismo ruso en los títulos de crédito lo aplicaba en el diseño gráfico comercial en su estudio de Los Ángeles en los diseño de marcas.
La American Telephone and Telegraph Company, AT&T, nació en 1885 en Nueva York, fruto de la unión de American Bell Telephone Company (creada por A. Graham Bell) y la Western Electric. Desde su origen la campana fue el motivo principal de la Identidad y evolucionó al mismo tiempo que los litigios por el control de las patentes y derechos de explotación. En 1960, 38 de las 100 principales empresas industriales habían cambiado sus marcas, y también era el turno de AT&T. Hasta entonces los cambios habían sido muy sutiles y fue Saul Bass quién en 1969 revolucionó la marca eliminando «Bell System» del interior porque dificultaba la lectura y simplificó y modernizó la campana, que pasó a ser un grueso contorno. Los cambios posibilitaron una mejor implantación de la marca que llegó a tener un 93% de reconocimiento entre el público americano.
En 1983 rediseñó la marca, introduciendo la esfera que simboliza el alcance global de la compañía. Mantuvo las bandas con una modulación que representa el origen estadounidense de la compañía y el color azul.
En 1983 la marca de cámaras fotográficas Minolta encargó a Saul Bass el rediseño la marca. Este introdujo la esfera que simboliza el alcance global de la compañía. Mantuvo las bandas con una modulación que representa el origen estadounidense de la compañía y el color azul. El círculo simboliza expansión, las 5 líneas blancas son rayos de luz y el color azul expresa innovación. Es interesantísimo el estudio que Saul hizo sobre los tamaños de reproducción para garantizar su correcta legibilidad al aplicar sobre los distintos soportes.
La marca original (diseñada por Saul Bass en 1972) fue concebida para la empresa matriz Warner Communications que englobó Warner Bros. Pictures y Warner Music Group desde 1972 hasta 1990. Es una de las mejores marcas de la historia, con una extraordinaria pregnancia y atemporalidad. Tras más de 40 años, sigue resultando actual. Combinando originalidad, armonía y simplicidad.
Como comentábamos antes, sus trabajo para las películas de Otto Preminger fueron los que le abrieron las puertas para su producción de títulos de crédito célebres. A éste le impresionó mucho el trabajo de Bass con el cartel de Carmen Jones y le pidió que diseñara también la secuencia de títulos inicial de la película. A esto le siguió el diseño de títulos de las películas The Big Knife de Robert Aldrich y La Tentación Vive Arriba de Billy Wilder. Fue en el siguiente proyecto de Preminger, El Hombre del Brazo de Oro, en donde Bass se reveló como un maestro del diseño de títulos de crédito de películas.
Bass siguió su camino en el mundo del diseño en el cine. Martin Scorsese lo reconocía ampliamente. Colaboró con Alfred Hitchcock y hasta fue participante en la famosa película Psycho durante la escena de la ducha, de la cual se dice que él fue el responsable del storyboard, aunque Hitchcock nunca lo reconoció. Junto con su segunda esposa, Elaine, diseñó títulos para otros directores. Luego dirigió varios cortometrajes, como The Searching Eye (1964), From Here to There (1964) y Why Man Creates (1968) con el cual ganó un Oscar. Finalmente realizó una película como director en 1974, llamada Phase IV.
Hasta el final de su vida siguió colaborando con su ídolo Martin Scorsese en Goodfellas, Cape Fear (El Cabo del Miedo), The Age of Innocence (La Edad de la Inocencia) y Casino en los 90’s.
Por aquí te dejo una pequeña selección de títulos de crédito de Saul Bass:
Pero hay muchos más. No dejes de buscarlos para sorprenderte. Su labor en el mundo cinematográfico, en el diseño de carteles y secuencias de créditos fue el espaldarazo definitivo para la liberación de ciertos academicismos inamovibles del pasado de Hollywood y meterlo de lleno en la era moderna.
Esto fue debido por su enorme talento y capacidad como creativo y diseñador. Sin ese bagaje único que lo convirtió en un profesional excepcional, nada de esto hubiera sido posible.