Foodscapes de Carl Warner – Paisajes para comérselos
Carl Warner es un fotógrafo publicitario británico especialista en crear Foodscapes, composiciones fotográficas con alimentos y mucho sabor.
Nacido en Liverpool, Inglaterra Carl se trasladó a Kent a la edad de siete años, donde se pasaba las horas en su habitación de dibujo creando mundos imaginarios que parecían haber sido inspirado por artistas como Salvador Dalí, o Patrick Woodroffe.
Carl comenzó su carrera en el Maidstone College of Art con el fin de convertirse en un ilustrador debido a su gran talento para el dibujo. Pronto descubrió que sus ideas y su ojo creativo se adaptaban mejor a la fotografía. Él lo vio como un medio más rápido y más emocionante en el que trabajar. Después curso básico de un año en la universidad se trasladó a la London College of Printing en 1982 para hacer una licenciatura de tres años en fotografía, el cine y la televisión.
En 1985 se convirtió en asistente de David Lowe, un fotógrafo con sede en Knightsbridge, Londres, donde conoció a los directores de arte, modelistas y retocadores que creaban imágenes para la industria de la publicidad. Después de un año de trabajo, estableció un estudio junto a David y comenzó a trabajar para agencias de publicidad y estudios de diseño. Aunque interesado en la fotografía de paisajes desde el principio, comenzó trabajando como fotógrafo de toda la vida, para luego diversificarse hacia otras áreas de la fotografía en el mundo de la publicidad, fotografíando gente y paisajes para una amplia variedad de productos y marcas.
Habiéndose convertido en un exitoso fotógrafo publicitario desde mediados de los 80 hasta mediados de los 90, se encontró con que su trabajo tenía cada vez menos demanda, así como que era insatisfactorio creativamente .Se encontraba en un momento en el que debía buscar algo nuevo y diferente donde plasmar su talento y que no sólo reavivara su interés por la fotografía, si no que también inyectara algo de vida a su negocio. La inspiración parecía difícil de encontrar pero un día, mientras caminaba alrededor de un mercado de comida, encontró algunos hongos portobello que le resultaron muy semejantes a una especie de árbol de un mundo extraño. Así que se los llevó de vuelta a su estudio con algunos otros ingredientes como semillas de arroz y frijoles con el fin de tratar de crear una escena en miniatura sobre una mesa.
El Hongo Savanna se convirtió en su primera “foodscape” y durante los próximos diez años continuó desarrollando la base de su trabajo haciendo paisajes de alimentos. Esto comenzó a atraer la industria de la publicidad de vuelta comenzando a poner en marcha campañas con sus fotografías de alimentos para productos y marcas.
En enero de 2008 esta obra fue presentada en un artículo del Sunday Times, haciendo que el fotógrafo se ganara la atención de revistas y periódicos de todo el mundo, llegando mas tarde reportajes de TV, documentales etc. De ahí al salto hacia internet había un pequeño paso que ha hecho que al obra de Carl Warenr sea mundialmente famosa. Tanto es así que actualmente tiene dos libros: El primero es “Carl Warner Food Landscapes” donde habla de sus bocetos, trucos y técnicas. El segundo es “Un mundo de Alimentos” escrito especialmente para acercar a los niños hacia una alimentación saludable.
El ‘Foodscapes’ se crean en el estudio de Carl en Londres, donde se construyen sobre una mesa triangular. Las escenas son fotografiados primeramente sobre las capas de primer plano y el fondo y el cielo. El proceso es muy lento y la comida se “marchita” bajo los focos. Cada elemento fotografíado entre primer plano y escena se incluirá y aparecerán juntos en la post-producción para lograr la imagen final.
“Hago uso de modelistas y estilistas de alimentos para ayudarme a crear los conjuntos. Yo tiendo a comenzar esbozando un dibujo con el fin de obtener una composición que funcione. Esto sirve como inicio de proyecto para que el equipo comience a funcionar”.
Una vez que el dibujo esta listo, Carl trabaja entonces lo que será cada parte de la escena, junto con su estilista de alimentos . Tiende a dibujar paisajes convencionales, con técnicas de composición clásicas que, a primera vista, parezcan reales. Así se construye una escena de apariencia real, pero compuesta por alimentos que va descubriendo el espectador con sorpresa.
Después de haber trabajado durante muchos años como fotógrafo para dar vida a las ideas de las agencias de publicidad, Carl obtuvo muchísima experiencia en iluminación, y en especial en la recreación de la luz de apariencia natural usando una combinación de equipos de tungsteno y la iluminación del flash.
[fusion_builder_container hundred_percent=”yes” overflow=”visible”][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=”1_1″ background_position=”left top” background_color=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” spacing=”yes” background_image=”” background_repeat=”no-repeat” padding=”” margin_top=”0px” margin_bottom=”0px” class=”” id=”” animation_type=”” animation_speed=”0.3″ animation_direction=”left” hide_on_mobile=”no” center_content=”no” min_height=”none”][fusion_vimeo 17319047 w=660 h=450/]El trabajo con cada proyecto puede tardar hasta dos o tres días para construir y fotografíar el conjunto y luego un par de días el retoque y ajuste minucioso de las imágenes para que se mezclen todos los elementos juntos. Asimismo, no debemos olvidar la tarea de búsqueda del brócoli o al seta perfecta para cada composición.
“La mayoría de alimentos que sobran siempre se comparten con el equipo, aunque estos hayan sido algo pegados o clavados”.
Vía: Carl Warner, Bored Panda.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]