Las tipografías son un elemento fundamental de comunicación dentro del lenguaje, no sólo en el diseño. Cada carácter tipográfico tiene una serie de connotaciones y mensajes inherentes que nos ayudarán a transmitir nuestras ideas como mejor necesitemos. Elegir tipografía correcta es esencial para esto. ¿Cómo? Lo primero es saber que los diferencia y como lo hace.
Lo primero que debemos hacer es una aclaración. Generalmente, por economía de lenguaje y por hacernos entender ante ojos inexpertos solemos cambiar denominaciones en este campo.
La tipografía (del griego τύπος [típos], ‘golpe’ o ‘huella’, y γράφω [gráfο], ‘escribir’) es el arte y la técnica en el manejo y selección de tipos para crear trabajos de impresión. En éste post hablaremos, de una manera muy sencilla, de la elección de tipos para nuestro diseño.
El tipógrafo Stanley Morison la definió como:
Arte de disponer correctamente el material de imprimir, de acuerdo con un propósito específico: el de colocar las letras, repartir el espacio y organizar los tipos con vistas a prestar al lector la máxima ayuda para la comprensión del texto escrito verbalmente.
Los tipos tipográficos se clasifican en diferentes selecciones que se agrupan según las características físicas, la forma, del tipo en cuestión. A su vez, dentro de cada una hay subclasificaciones. De forma general, las tipografías se dividen en:
Serif:
Hace referencia a los remates de la tipografía. Las serifas (del inglés serif), remates, patines o terminales son pequeños adornos ubicados generalmente en los extremos de las líneas de los caracteres tipográficos. Las tipografías Times, Georgia, Garamond y Courier son ejemplos de estilos de letra con remates.
Es una tipografía que tiene un efecto de tranquilidad y experiencia, proporcionando una autoridad, dignidad y firmeza clásicas. Dentro de las serif hay otras muchas clasificaciones: Romanas Clásicas, Romanas de Transición, Romanas de Antiguas o viejo estilo, Romanas Modernas o Didonas, De cuña o glífico, Slab serif y Caligrafiadas.
En las imprentas tradicionales, las tipografías serif se usan para plasmar, de forma impresa, grandes cantidades de información, ya que se entiende que son más cómodas de leer que las tipografías sin remate (sans-serif) para este propósito. En cambio, en el medio digital (pantallas de ordenador, o smartphones) ocurre al contrario.
Sans Serif:
Paloseco, de palo seco, sans serif o sin remates. Es el carácter tipográfico que carece de las pequeñas terminaciones llamadas remates, gracias o serifa.
Este estilo tipográfico representa modernidad, sobriedad, seriedad, efectividad, alegría y seguridad, siendo más neutra e incluso, según como se use, totalmente minimalista. Dentro de esta categoría encontramos subdivisiones como: De contraste, geométrica, grotesca, humanista, informal, híbrida, de terminación redonda, Bauhaus y ajustada: como por ejemplo: Arial, Gotham, Futura, Tahoma, Helvética, Verdana y Univers.
En impresión tradicional se suele usar este estilo sans serif para titulares voluminosos por su legibilidad en estos términos. En cambio, en bloques de texto impreso suelen dificultar la lectura. Por contra, en digital (pantallas) si favorecen la lectura del usuario y son comúnmente usadas en para este cometido.
Manuscritas:
Hablamos de tipografias caligrafiadas ya que parecen que estan escritas a mano. Normalmente las mayúsculas de este estilo suelen destacar muy por encima del resto, por tamaño y formas.
Este estilo se vincula directamente a la vitalidad, a lo clásico, delicado, etéreo. A veces a lo orgánico y pasional. Dentro del estilo podemos subdividirlo en diferentes subcategorías: Brush, caligráfica, canciller, casual, formal, semi-formal, gráfico y monolínea, incluso… el grafiti. Entre los ejemplos encontramos: Victoriana, Brush, Edwardian Script, English, Killigraph y Medieval.
Se suele usar en diseños con caracter artístico y titulares. Su legibilidad queda comprometida en bloques de texto, dependiendo de su tamaño.
Decorativas:
Esta clasificación tipográfica hace referencia a un estilo de tipo muy arraigado en el cartelismo tradicional. Dependiendo de la forma del carácter, éste puede sugerir una época o período histórico, mientras otras otorgan una mayor personalidad al diseño, por ser reconocibles.
Por las características que comentábamos antes, este tipo se usa de forma predominante como título. Dentro de esta categoría encontramos otras: Antigua, art Nouveau y art Deco, de exhibición, Grune, de fantasía, de píxel, de arte pop, o de esténcil. Veremos que las tipografías usadas en títulos de películas como Star Wars o Terminator, encajan en este patrón.
Además de esta clasificación, debemos recordar que las tipografías tienen una anatomía tipográfica propia. Las formas y tamaños de cada uno de estos elementos “anatómicos” hara que cada carácter tenga una personalidad propia.
Y ahora ¿qué tipo uso para mi diseño?
A la hora de establecer que tipografía usaremos para nuestro logotipo (por ejemplo. Podría ser un cartel, una valla publicitaria) debemos preguntarnos varias cosas:
- ¿En qué medio se usará?
- ¿A qué público va dirigido?
- ¿Qué queremos transmitir?
- ¿Cuáles son los valores propios de la marca del diseño?
- ¿Quiero diferenciarme de la competencia a nivel gráfico?
Éstas y otras preguntas nos ayudarán a elegir la tipografía correcta. Cada día podemos ver ejemplos de marcas que gracias a su tipografía (entre otros elementos) son reconocibles. Otras, parten de la tipografía para seguir siéndolo. Ser memorables entre los usuarios, mas allá de los clientes. Al hacernos estas preguntas vemos que, como en todo aspecto del diseño, la estrategia juega un papel fundamental para hacer un buen trabajo. No hablamos sólamente de estética, de lo “bonito” que pueda ser. Hablamos de transmitir lo que somos, de la manera que que queremos, a quien queremos, siendo reconocidos y recordados.
Si aún te quedan dudas, tranquilo. Es normal. El tema de la tipografía es tan hermoso como enorme. Casi inabarcable. Por eso hay expertos dedicados en éste ámbito. Si tienes dudas o un proyecto en el qeu crees que puedo ayudarte, no dejes de contactar conmigo.